Cubrirnos, escondernos y encontrarnos con nosotros mismos. Por Héctor Rossi

Todos pasamos por momentos importantes en nuestra vida. Entiendo que todo es aprendizaje. Y por eso me gusta escribirlo, contarlo y compartirlo. Hoy en Buenos Aires la temperatura bajó y empezó a sentirse un poco más de frío. Sumado a que el cielo estaba nublado, era necesario abrigarse. Cubrirse. Y cuando uno se cubre, se esconde un poco. Se esconde del mundo, de los demás, de la sociedad. Eso no siempre es malo. Necesitamos momentos donde escondernos de todo, para reencontrarnos con nosotros mismos, permítanme lo redundante de la frase. En ese reencuentro, deberíamos poder convocar a "ese" que fuimos, a "este" que somos y a "aquel" que queremos ser. Y ponernos de acuerdo. ¿Que tienen en común esos tres seres? La esencia. Lo que somos. El entusiasmo. Te invito a recuperar el entusiasmo por la vida. Y a volver a salir al ruedo, a comerte el mundo. Comparto el vivo de Instagram de la lluviosa y fresca tarde del lunes 30 de Abril de 2018. 

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